Un capítulo bastante movidito en el que hubo un poco de todo. Incluso el debut y despedida de un personaje que podría haber llegado a ser importante. Me pregunto si cuando Drácula llamó a Josef Cervenka lo hizo con la intención de “sacrificarlo” por la causa, o fue algo que se le ocurrió después al ver su comportamiento. De igual forma, era demasiado peligroso tenerlo cerca, como muy bien remarcó Renfield. La verdad es que el trabajo que está haciendo con Jayne es muy fino pero eficaz, seguramente se van a ver los resultados más definitivamente cuando tenga que defenderlo de Lord Devenport en la Orden. Fue muy interesante ver como terminan los cadáveres de los vampiros luego de morir. Cuanto más viejo es el vampiro, más degradado está el cuerpo, incluso para llegar a ser polvo.
Es muy interesante el papel que juegan las mujeres en esta serie. No son tontas damiselas en apuros, como se pintaba a las mujeres de la época. Sino que son mujeres activas que realizan el mismo trabajo que los hombres, incluso en áreas que se le atribuirían pura y exclusivamente a los hombres, más en la era victoriana. La escena de Alexander y Mina abrazados fue sumamente tierna, muy bonita. Y cada vez más se va viendo la atracción que siente ella por él y que no puede explicar. Definitivamente es la reencarnación de Ilona. Me pregunto cómo Renfield se va a librar de la situación en la que está metido. Creí que por ser la mano derecha del viejo vampiro tendría más recursos. Ya veremos cómo se las arregla para escapar de las garras de la Srta. Kleiberson.
Lizzy’s para el capítulo:
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